domingo, 19 de junio de 2011

Reflexiones en una mañana gris: Un mes de 15M

   Cuantos me conocen bien (pocos) saben del escaso aprecio que tengo a este país, especialmente a sus gentes. La España de la pandereta, de la juventud alcohólica, la ancianidad facha, la del currela tan jodido y ciego que solo mira por su escasísimo tiempo de ocio, la aletargada, obediente y futbolera. Pero hace poco más de un mes retome por primera vez la ilusión en ella. La gente por fin dejó de esperar y quejarse por lo bajo y salió a la calle a pedir el cambio, a pedir dejar de ser mangoneada por quienes se suponían ser sus representantes. 

   Desde el primer momento seguí de cerca el movimiento. Las manifestaciones del 15M y esa tímida primera acampada en sol desalojada (y retomada al día siguiente con mucha más fuerza). Pronto (después de ser ignorado y tras ello restado importancia) los medios comenzaron a cubrir las acampadas, y más y más gente unirse a ellas. Y yo comencé a sentirme por primera vez orgulloso de los españoles. Por fin se dejaban de lado las diferencias y se alzaba la voz de forma conjunta, unida.

Acampada Madrid Plaza del Sol
   Las imágenes de sol y otras plazas abarrotadas y de todo tipo de gente colaborando y hablando tranquilamente eran grandiosas. La derecha, tras un tímido intento de uso como arma arrojadiza contra el PSOE, vio que nada podía hacer allí para ganarse a esas personas y pasó a ignorarlas; mientras que su maquinaria mediática manipulaba, mentía y tergiversaba de mil maneras distintas, en un desesperado intento de mantener a su adoctrinado rebaño alejado de tan dañinas (para ellos) ideas.

"Información" de Intereconomía
   Al mismo tiempo, los políticos (PP y PSOE principalmente) y aquellos afines a ellos se hacían el tonto preguntando "Vale, pero ¿qué es lo que queréis?" y el ciudadano medio ajeno a lo que ocurría caía en su trampa y repetía "Es cierto, ¿qué proponéis?" pese a que sus consignas y pancartas gritaban los problemas que se venían sufriendo años ya. Así, se le pedía a una masa anónima, heterogénea y unida de forma cuasi-espontánea que expusiese las medidas y soluciones que los supuestos profesionales del ámbito no podían, o no habían querido dar. Y empezaron a surgir los problemas, agudizados por aquellos contrarios a esta "r-evolución". 

    Obviamente las proposiciones no gustaron a todos, era imposible que así fuese. El no marcar objetivos concretos era un problema y el hacerlo también, la falta de portavoces era un impedimento a la hora de dar comunicados, el que los hubiese una forma de que se "ideologizase" el movimiento, corriendo a tomar letra por letra sus palabras y relacionarlos con un partido u otro. Y en esos mismos momentos llegaron las elecciones autonómicas y municipales... y el PP arrasó en unas municipales prefacio de las generales del año siguiente.

Partido más votado por provincias 2011

   Aquí fue donde mi ánimo y mi ilusión comenzaron a decaer. No esperaba ni muchísimo menos una notable diferencia respecto a otras votaciones gracias a las acampadas, eran las municipales y en estas, especialmente en pueblos y ciudades pequeñas, la gente vota al que creen es el mejor alcalde, sin importar sus colores. Pero esto no fue lo que ocurrió. La mayoría de la población hizo un voto partidista como si de las generales se tratase (lo cual sea dicho de paso, es como la mayoría de partidos habían tratado estas elecciones) y no solo eso, sino que los gráficos demostraban que pocos habían aprendido, escuchado... o mejor dicho, pocos habían sido consecuentes con lo que decían y pensaban. El mapa casi totalmente azul mostraba de nuevo a ese pueblo aletargado que castigaba a unos apoyando a otros, el voto del menos malo y no del "mejor", el "Es cierto, pero que se le va a hacer". Al día siguiente hablando con mis compañeros constaté lo evidente. La gente es gilipollas, España tiene los políticos que merece.

   Desde esa primera semana hasta estos días las acampadas han ido siendo levantadas poco a poco. Los políticos han continuado haciendo oídos sordos, apenas saliendo de sus labios un hipócrita "Es verdad, tenéis razón, estamos con vosotros" seguido de "Pero no seáis malos eh". Parece que tanto esfuerzo no ha servido para nada, pero or suerte todo no ha quedado ahí, y las movilizaciones continúan con manifestaciones esporádicas en todas las ciudades.

   Son estas concentraciones la comidilla de políticos y medios estos días. Se debate sobre violentos o no, la legitimidad de las cargas policiales o la legalidad de las concentraciones. Pero son precisamente las imágenes de estas concentraciones las que, trás las quejas ignoradas, las rencillas estúpidas y las masas observando al que señala en vez de al señalado, me han hecho perder por completo ese orgullo y esperanza. Y es que solo puedo sentir asco, asco y desagrado al ver a decenas de personas alternar entre consignas tan loables como "Estas son nuestras armas" levantando las manos; con "Hijos de puta" o "Policía torturadores asesinos". Tanto asco al ver a decenas de personas insultando de esa manera a quienes solo están allí por su trabajo, como al ver a un miembro de las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado escupiendo con prepotencia improperios y amenazas sobre ciudadanos de ideologías de izquierdas.

   La violencia también puede ser verbal, y esta puede enardecer y provocar tanto como la física. No te puedes calificar de pacífico, mientras insultas e increpas a un cordón policial que no ha hecho nada a nadie y solo está allí para evitar posibles agresiones o problemas. Desde los primeros días del 15M se ha observado a la policía con reticencia y han habido "roces" con ella; algo normal si tenemos en cuenta lo evidente, que es que los cuerpos y fuerzas de seguridad están formados en su mayoría por personas de derechas que guardan poca simpatía a la izquierda y que entre sus filas hay ciertos elementos con bastante facilidad y gusto por la violencia. Desde esos primeros días algunos se han preguntado porque estos no se unían al movimiento, puesto que también son ciudadanos y han sido igualmente vilipendiados; pero en lugar de un acercamiento no se ha hecho sino darles a los más extremistras los que deseaban y esperaban.

    Increpando, insultando y escupiendo desprecio sin consideración, los de uno y otro lado se ponen a la misma altura y merecen el mismo respeto y consideración, ninguno. Y mientras unos y otros discuten enfervorizadamente los de siempre siguen en su sitio, tranquilos y riendo ante su espectáculo de marionetas. "Lo dice el refrán, divide y vencerás"

   Y así es como en España solo habrán (hay) dos clases de personas que merezcan la pena: quienes están deseando salir de ella y quienes se resisten a esa idea pero no pueden más que negar silenciosos y desesperanzados ante lo que ven. Curiosamente suelen ser estos los que mayor potencial tienen, aquellos que podrían sacar al país del pozo y elevarlo... desgraciadamente también suelen ser los más denostados e ignorados, ya que el que no entra en ningún saco, es despreciado por quienes no quieren salir de ellos.

6 comentarios:

Drew dijo...

Yo creo que el 15-M se ha equivocado precisamente en cosas que tu cuentas: La falta de portavoces, esas asambleas eternas... Para informar se necesita un portavoz, y hay que estar preparado, no todo el mundo tiene la capacidad de comunicación necesaria como para transmitir las ideas que tenían que llegar al pueblo. Al final nos han ganado la partida.

Según tu texto, entiendo que me tengo que sentir bastante mal por no querer irme de éste país y ver lo malo, pero también ver lo bueno, no?

Jasón dijo...

Ya,pero entonces el problema sería precisamente lo contrario como decía. Si no hay portavoces porque no los hay, si los hay, es que son cabecillas y se les mira con lupa para relacionarlos con uno y otro partido (por ej es lo que se hizo con el propietario de uno de los dominios de las páginas web).

Sobre lo segundo, hablo de dos tipos de persona, los que están deseando irse y los que desean quedarse pero ven con impotencia como las cosas no mejoran... de todas formas no entiendo a que te refieres con lo de ver lo malo, pero también ver lo bueno.

Drew dijo...

Pues que obviamente hay cosas que me indignan de éste país, pero pese a eso, no me gustaría irme bajo ningún concepto. Creo que no es lo mismo que el 2º caso que tu propones.

Con respecto a lo otro, creo que el 15-M bien organizado (con gente con ideas claras, preparada, etc. Que no digo que la que hay no lo sea) podría haber aguantado estoicamente ese tipo de ataques. La cuestión es que por mucho que se quiera, no todo el mundo sirve para comunicar, hubo días en los que yo sentí auténtica vergüenza ajena de la gente que habló delante de las cámaras (los portavoces de turno). Y si no sabes comunicar, no puedes llegar a todo el mundo. Al igual que no he querido ir a ninguna asamblea porque me parecía eterno y poco ágil (hay que saber sintetizar). Y por último, no entiendo ni entenderé nunca la negativa a reunirse con los políticos que se han ofrecido. Sin reunión, no hay negociación, y así no hay resultados. Y se que ésto último me va a acarrear alguna pedrada, pero si hablamos de diversidad, hay que creer en ella: Puede que no todos los políticos sean igual de malos.

Jasón dijo...

Sobre lo primero, es precisamente a lo que me refiero pero me centré en el sentimiento de impotencia que tarde o temprano llega. Mal explicado, mea culpa. De todas formas no deja de ser una leve generalización (aparte de una opinión personal) y por lo tanto no una verdad absoluta.

Sobre lo segundo, si pero no. Es precisamente a lo que me refiero. Se haga como se haga se le sacan pegas o se manipula como se desea. El manifiesto de democracia real ya por ejemplo estaba muy claro y aún así, quienes tenían que mirarlo lo han ignorado convenientemente. Y que el ciudadano recibiese el mensaje por los portavoces era innecesario, las imágenes y las pancartas lo decían (y dicen) todo sin necesidad de nada más; el que no se entera es porque no quiere.

Perfida Canalla dijo...

La vida siempre sorprende aunque uno este desencantado con lo que te rodea ¿no crees?
Por cierto soy Pérfida
Un saludo coleguita

Jasón dijo...

Bienvenida Pérfida,

Curioso pseudónimo el tuyo y más curiosa aún visita si tenemos en cuenta lo muerto que tengo esto (cuando por fin lo reviva igual hasta me canonizan).

En cuanto a tu pregunta semiretórica; si, eso es lo entretenido, llevarte alguna agradable sorpresa de vez en cuando, aunque eso no implica que la situación continue siendo decepcionante por todos lados.

Saludos.

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